martes, 31 de mayo de 2011

Día Mundial del Medio Ambiente 2011 - 5 de junio

Día Mundial del Medio Ambiente 2011 - 5 de junio

Bosques: La naturaleza a su servicio

La OEI en el marco de su acción educativa, científica y cultural lanzará el día 5 de junio la segunda edición de su certamen Ideas y Miradas.

El Día Mundial del Medioambiente (WED) es un evento anual que busca ser el día más extensamente celebrado a nivel mundial, mediante una acción medioambiental positiva. Las actividades del WED se realizan durante todo el año pero su punto más alto es cada año el 5 de Junio con la participación de personas de todos los lugares geográficos.
Los bosques cubren una tercera parte de la superficie del planeta, realizando funciones vitales y servicios alrededor del mundo lo cual le da vida a nuestro planeta con posibilidades. De hecho 1.6 billones de personas depende de los bosques para su subsistencia. Ellos juegan un papel importante en nuestra batalla contra el cambio climático, liberando oxigeno a la atmósfera mientras que almacenan dióxido de carbono.

Los bosques alimentan nuestros ríos y son esenciales para proporcionar el agua a casi el 50 % de nuestras grandes ciudades. Ellos crean y mantienen la fertilidad de la tierra y ayudan a regular el impacto devastador de las tormentas, diluvios e incendios.

Espléndidos e inspiradores, los bosques son los ecosistemas con mayor diversidad biológica sobre la tierra y son hogar para más de la mitad de las especies terrestres de animales, plantas e insectos.

Los bosques también proveen refugio, empleo, seguridad y relevancia cultural para las poblaciones dependientes de ellos.- Son los pulmones verdes de la tierra, vitales para la supervivencia de las personas en todas partes. Los siete billones que somos nosotros.

Los bosques representas gran parte de lo que es bueno y fuerte en nuestras vidas. Sin embargo, a pesar de todos estos beneficios ecológicos, económicos sociales y de salud inestimables, estamos destruyendo los bosques que necesitamos para vivir y respirar.

La deforestación global continúa a un ritmo alarmante—cada año se destruyen 13 millones de hectáreas de bosque. Equivalente al tamaño de Portugal.

Las inversiones a corto plazo para obtener ganancias inmediatas (como la explotación de madera) constituyen estas pérdidas. Las personas que dependen de los bosques para sus sustentos hacen un gran esfuerzo para sobrevivir. Muchas especies preciosas enfrentan la extinción. La biodiversidad está desapareciendo. Lo que es más, economistas alrededor del mundo han demostrado que al no incluir los valores de los bosques en sus presupuestos, países y negocios esta pagando un alto precio. Uno que finalmente nos empobrece a todos como el detrimento a nuestros bosques el sistema de soporte de la vida, que continúa todos los días.

Pero esta tendencia no es irreversible. No es demasiado tarde para transformar la vida cuando la conocemos dentro de un futuro más verde, donde los bosques están en el corazón de nuestro desarrollo sostenible y economías verdes.

La Conservación de los bosques y su ampliación necesitan ser reconocidas como una oportunidad de negocios. Cuando sumamos una inversión de us$30 billones para enfrentar la deforestación y degradación podría proporcionar un retorno de US$ 2.5 trillones en nuevos productos y servicios.

Además, las metas de inversiones en silvicultura podrían generar hasta 10 millones de nuevos empleos a nivel mundial. Ya, muchos líderes están vislumbrando el potencial de la energía renovable y los recursos basados en la naturaleza, pero para que la transformación ocurra, los bosques necesitan convertirse en una prioridad política universal.

Los servicios que los bosques proporcionan son esenciales en cada aspecto de nuestra calidad de vida y la respuesta a la gestión del bosque sostenible, moviéndose hacia una economía verde esta en nuestras manos.

viernes, 27 de mayo de 2011

EMBALSES Y PRESAS

EMBALSES Y PRESAS


La construcción de presas satisface diversos objetivos. Regula el flujo hídrico, compensando la abundancia de agua en algunas épocas del año con otras de escasas lluvias; al mismo tiempo permite controlar flujos excesivos en épocas excesivamente lluviosas o en zonas de lluvias torrenciales concentradas en pocos meses del año, como en la región de los monzones, y evitar avenidas e inundaciones; hacen habitables llanuras que antes no lo eran. Al capturar agua de escorrentía que de otro modo iría directamente al mar, se aumenta efectivamente la oferta de agua, el relativamente alto nivel de la presa con relación a la llanura permite regar por gravedad, y por cierto, las presas tienen un objetivo importante como generadoras de energía eléctrica.

El sistema de presas más importante del mundo se encuentra en China, donde sólo en los últimos 30 años se han construido 70 000 presas y embalses; si bien en su mayor parte son presas relativamente pequeñas, su capacidad de almacenamiento supera los 300 kilómetros cúbicos. Si el ritmo de construcción continúa, otras 50 000 pequeñas presas se completarán antes de fin de siglo, agregando a la capacidad señalada otros 150 kilómetros cúbicos. China ha enfatizado la construcción de pequeñas presas para reducir costos de construcción y poder hacerlo con tecnologías relativamente sencillas que permiten la incorporación, en su construcción, de las poblaciones locales.

Así pues, Asia tiene el mayor sistema de presas del mundo, lo cual le permite regular el mayor flujo de agua de todos los continentes: 560 kilómetros cúbicos por año. Si bien la mayoría de los grandes ríos asiáticos como el Yangtzé, el Mekong, el Brahmaputra, el Ganges, el Indo o el Irrawaddy han sido, en una u otra forma, explotados mediante presas y embalses, principalmente con fines de riego, se considera que Asia tiene aún un enorme potencial hidroeléctrico.

La construcción de embalses y presas representa inversiones cuantiosas. A comienzos de los ochenta se calculaba que el costo para retener un kilómetro cúbico de agua mediante una presa era de 120 millones de dólares. En esa misma época se calculaba que la renovación de los sistemas de riego deteriorados o dañados, conjuntamente con sus canales de distribución, costaba 680 dólares por hectárea, y si se incorporaban los mecanismos para corregir los niveles de salinización, había que añadir 240 dólares por hectárea. La FAO estimaba que la reconstrucción de un sistema de riego medio, incluyendo el sistema adecuado de drenaje, costaba a comienzos de los ochenta cerca de 3 800 dólares por hectárea, contra 8 000 dólares por hectárea que costaría un sistema nuevo basado en la construcción de una presa.

La construcción de presas y embalses lleva aparejada, sin embargo, la pérdida neta de tierras, a menudo fértiles, que son inundadas por el lago artificial formado por la presa.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Científico aboga por un "orden mundial mejor" que proteja la naturaleza

El biólogo dijo que si los países en el mundo decidieran aportar sólo el uno por mil de su Producto Interior Bruto (PIB), se podría dar la debida protección al medio ambiente.

Sus cálculos apuntan a unos 50.000 millones de dólares que, según dijo, "no es mucho" dinero si se trata de "mejorar la calidad de vida" de la humanidad que tiene a unos 2.000 millones de personas en la extrema pobreza.

Esa fue una de las premisas de la conferencia que Wilson, profesor y conservador del museo de zoología comparada de la Universidad de Harvard, pronunció en la jornada final de la denominada Primera Cumbre Internacional de Biodiversidad 2011, que comenzó ayer en la capital ecuatoriana.

Para Wilson, existen los recursos y la tecnología para acabar con la pobreza y proteger el medio ambiente, aunque aseveró que "quienes controlan esos recursos deben tener el interés para hacerlo".

El biólogo, considerado uno de los científicos más influyentes en el mundo, concluyó que "la sociedad se define no sólo por lo que crea, sino por lo que se rehúsa a destruir".

Ante un auditorio en el que abundó el público estudiantil de Quito, Wilson pidió a los jóvenes poner mucho más interés en la biología y no dudó en desnudar su historia como ejemplo para los alumnos.

Y es que desde los 13 años Wilson se dedicó a conocer las hormigas, pasión que aún conserva y que le ha llevado a desarrollar teorías sobre las feromonas en los procesos de comunicación de la naturaleza.

Para él, "el siglo XXI va a ser conocido como el siglo del medio ambiente", porque la humanidad está abocada a conocer y proteger las especies o a destruirlas.

En el pastel de los seres vivos, con 1.400 millones de especies conocidas, los insectos ocupan la mayor parte, mientras que la porción de los mamíferos apenas es perceptible, mostró Wilson en sugerentes gráficos que adornaron su conferencia.

Pero hay, añadió, una gigantesca variedad de artrópodos, bacterias y una cantidad "astronómica de virus", que se cree son sustanciales en el equilibrio ambiental.

Es la gente joven la que debe conocer la naturaleza, apostilló Wilson, aunque lamentó que "casi hemos perdido este amor por la naturaleza en las ciudades".

Conminó a los jóvenes a involucrarse más en el conocimiento de la biología y en la protección de la naturaleza, pues indicó que si se salva el ambiente físico, también se salvará el ambiente viviente, donde se establece la vida.

El encuentro fue organizado por la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) del Gobierno ecuatoriano, con la colaboración de la Universidad Técnica Particular de Loja.

Uno de los objetivos de la cita fue promover y apoyar un cambio en los sistemas de producción en Ecuador, conservar su diversidad biológica y su ambiente.

En el encuentro participaron científicos nacionales y extranjeros como los académicos Elvira de Mejía (Universidad de Illinois), David Newman (Instituto Nacional del Cáncer de EEUU), Thomas C. Emmel (Fundation McGuire de Minesota) y Courth Whelan (Universidad de Florida), entre otros.

lunes, 23 de mayo de 2011

Bosques en la Cultura del Agua

Bosques en la Cultura del Agua


Por Gonzalo Duque Escobar *

Tras haber caído el telón de La Niña 2010/2011 con legiones de damnificados y cuantiosas pérdidas en los medios urbanos y rurales, debe advertirse la urgencia de una reconstrucción que empiece por ordenar las cuencas. La Niña, esta vez significativamente superior a la media y por lo tanto una de las más intensas de las últimas décadas, como fenómeno que hace con El Niño un ciclo de comportamiento errático, regresará para hacer más húmedas las temporadas secas y de lluvias del singular clima bimodal de la región tropical andina colombiana.

Y tras evaluar y proyectar grosso modo las elocuentes lecciones de las consecuencias de torrenciales aguaceros que han batido registros históricos en frecuencia e intensidad, de no apurar la adaptación ambiental de la que habla el ambientalista colombiano Gustavo Wilches Chaux en “La construcción colectiva de una cultura del agua”, preocupa lo que se vivirá en las siguientes temporadas invernales cuando de nuevo arrecie La Niña, de conformidad con lo ocurrido en este lustro y las dramáticas consecuencias de múltiples y variados eventos hidro-meteorológicos, que entregan para la historia de Colombia las aterradoras imágenes de inundaciones de poblados enteros en la Mojana y la Sabana de Bogotá, de los estragos de flujos de lodo como en Útica y del corrimiento de tierra que se llevó a Gramalote, a modo de inequívocas señales de que somos altamente vulnerables al desastre del calentamiento global.

Y para la ecorregión cafetera, las inundaciones en La Dorada y La Virginia, la pérdida de las bancas de las vías principales para las transversales de Manizales y Armenia y de la red terciaria de las zonas rurales del Eje Cafetero, o la grave problemática de la cuenca de la Quebrada Manizales, tres hechos que tienen en común la falta de una adaptación a la amenaza del calentamiento global, donde se reclama la declaratoria de zonas de interés ambiental en sectores críticos de los corredores viales y un ordenamiento de cuencas que le apunte a la planificación agrícola, al manejo de nuestras represas hidroeléctricas, al aseguramiento de fuentes hídricas, al debido uso del agua, y a la ocupación no conflictiva del territorio en lugares susceptibles a sequías, inundaciones y movimientos en masa.

Entonces, para mitigar la vulnerabilidad del hábitat frente a las torrenciales lluvias invernarles, en principio debemos aceptar que dicha fragilidad está asociada a las condiciones que favorecen el descontrol hídrico y pluviométrico resultante de la tala de bosques, dada su doble función como reguladores de las precipitaciones y de los caudales; lo primero al descargar las nubes gracias a la condensación del vapor de agua, y lo segundo al retener la humedad resultante de las precipitaciones. De esta segunda función se nutren las aguas subterráneas y por lo tanto los acuíferos y manantiales, lo que reduce las escorrentías a tal punto que el caudal de los ríos puede ser casi el mismo en invierno que en verano. Y de la primera función, al tener bosques se moderará la intensidad de las lluvias al igual que su distribución a lo largo del año: quien penetra al bosque andino puede advertir en el ambiente húmedo de los musgos y en el fresco del follaje, la condensación del vapor de agua extraída de las masas de aire que trae la brisa diurna a transitar por ese ámbito. Pero si hemos deforestado las montañas, desde la cuenca baja cercana a los valles interandinos hasta la cumbre, no habrá posibilidad de condensación alguna, y por lo tanto se cargarán más las nubes en su tránsito hacia la cordillera, pudiendo a su paso generar precipitaciones a la altura de nuestras ciudades de montaña, chubascos que caerán a modo de aguaceros diluviales.

En conclusión, para comprender mejor el impacto de haber destruido humedales, talado bosques y ocupado rondas de ríos y quebradas, y entender mejor la necesidad de reponer el bosque como fundamento para la estabilidad del medio biofísico, socioeconómico y cultural de nuestro entorno rural y urbano, habrá que aceptar la crítica situación causada por el efecto del “pavimento verde” asociado a la grave potrerización de nuestras montañas, y también la problemática de los “pavimentos grises” constituidos por nuestros mayores centros urbanos, cuyas escorrentías no están reguladas dado su sistema de alcantarillado directo carente de estructuras hidráulicas de almacenamiento y efecto regulador llevando de inmediato las aguas lluvias a las quebradas periurbanas, y abreviando como en el caso de las montañas desnudas los tiempos de concentración de las aguas para elevar sustancialmente los caudales, e incrementar con ellos la erosión hídrica y detonar flujos y deslizamientos en las zonas de pendiente, e inundaciones sobre valles y sabanas.

jueves, 19 de mayo de 2011

Explotación irracional de los bosques

Territorio Chocoano Noticias - Quibdó (Chocó)

Cada año, son deforestadas 336 mil hectáreas repletas de selva y vegetación nativa en Colombia. Esto equivale a decir que anualmente se destruyen 471 mil canchas de fútbol como la de El Campín.Es también un área muy parecida a la que abarca el departamento de Atlántico, según lo revela un reciente análisis hecho por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).Y es que mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sus expertos en cambio climático tratan de diseñar un mecanismo para pagarles a los países en vías de desarrollo por conservar sus bosques, y de esta forma combatir el calentamiento global, en Colombia la tala, en lugar de ceder, sigue tomando impulso.Entre el 2000 y el 2007, en Colombia arrasaron con 2'356.445 millones de hectáreas de bosques, pérdida que se hizo más evidente en la región Amazónica con 731.000 hectáreas, seguida de la región Andina con 578.000.Sin embargo, en términos relativos, la región Caribe fue la más afectada, pues allí desapareció el 12 por ciento de su cobertura boscosa en esos años. Otras áreas hot spots, es decir con mayores evidencias de tala, están en el Guaviares y en el Chocó biogeográfico, que incluye sectores del Baudó, Darién, Nariño y Cauca.También hay puntos críticos en los Montes de María, en las Serranías de San Lucas y del Perijá, en la Sierra Nevada de Santa Marta y el piedemonte Arauca-Casanare.Este conteo es el primero que se hace en el país, usando imágenes de satélite y a través de una metodología unificada. Y sirve para despejar en parte la controversia numérica que siempre ha existido entre el Gobierno y la academia sobre este tema, ya que mientras el primero dice que la deforestación nacional no es superior a las 150 mil hectáreas, expertos de la Universidad Nacional, como Jesús Orlando Rangel, han dicho que esta llega a las 600 mil hectáreas anuales.Hay plantas en extinción"Con esta medición, que haremos año a año, queremos, además de llamar la atención, que el país comience a tener una cifra certera y que podamos usar para comparar el avance de este problema año a año" explicó Ricardo Lozano, director del Ideam.De todas formas Colombia queda como uno de los 10 países en desarrollo con mayores tasas de deforestación anual según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), superado por Brasil, Indonesia, México, Perú, India, China, Bolivia, Angola y Sudán.Según esta entidad, la consolidación de la destrucción de selvas y bosques en el país se produce en momentos en que los datos oficiales sobre pérdida de superficie forestal promedio se han reducido en el mundo, pasando de 8,3 millones de hectáreas al año en la década de 1990, a 5,2 millones de hectáreas anuales entre el 2000 y el 2010.Además, se conocen en momentos en que se hace público un estudio de las universidades de Yale y Columbia, en el que el país, a pesar de sufrir de este 'cáncer' que destruye el hábitat de cientos de especies de flora y fauna, aparece situado en el puesto 10 entre los más limpios y ecológicos del mundo.La deforestación no sólo tiene en jaque la existencia de al menos 500 especies de plantas, muchas de las cuales pierden más ejemplares de las que se siembran. Según la Fundación Proaves, el 80 por ciento de las 1.885 especies de aves que hay en el territorio está en algún grado de peligro, entre otras cosas, por la destrucción de los árboles, que son su hogar y de los cuales depende su alimentación. Una situación similar viven los monos araña y el tití cabeciblanco, incluidos dentro de los 25 primates más amenazados del mundo y que dependen de la flora para vivir.Otro combustible de la deforestación es la siembra de cultivos ilícitos por narcos y guerrilleros, que según el Sistema de Integrado de Monitoreo (Simci), de las Naciones Unidas, ha destruido cerca de 150 mil hectáreas de selva y ha extendido las matas de coca por 3.445 hectáreas de parques nacionales.Comercio ilegal de madera alimenta destrucción de selvasUno de los problemas que alimenta las tasas de deforestación es el comercio ilegal de madera. Parques Nacionales como Katíos, Cocuy y Paramillo son asaltados con frecuencia por traficantes que extraen madera para venderla en el interior del país o llevarla a Asia.Se estima que esta venta ilegal mueve en todo el país al año cerca de 60 millones de dólares. Cálculos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) indican que el 40 por ciento de la madera que produce Colombia proviene de árboles cortados indebidamente.De ellos, hay 21 especies nativas, como ceibas, cominos, guayacanes y abarcos, en peligro de extinción precisamente por la sobreexplotación.¿Dinero por cuidar bosques?Para contrarrestar la pérdida de bosques, el mundo está discutiendo la posibilidad de que los países desarrollados financien la protección de los bosques de los países pobres para enfrentar el cambio climático.Se estima que la deforestación origina el 20 por ciento del total de los Gases de Efecto Invernadero (GEI). Esta idea se llama 'Reducción evitada de emisiones de GEI por deforestación' (Redd), y busca que aquellos países pobres que disminuyan sus tasas de deforestación reciban dinero como compensación por la función que cumplen sus selvas en la estabilidad climática.Se intenta que en la Cumbre de Cambio Climático de la ONU en Cancún (México), en diciembre -similar a la de Copenhague del año pasado- se firme un acuerdo que diga cómo se manejarían esos recursos."La deforestación es un problema, pero es bueno saber cuánto estamos talando, porque los compromisos de reducción se tendrán que hacer con base en estimados ciertos y no sobre especulaciones", explicó Ricardo Lozano, director del Ideam.César Ruiz, de Conservación Internacional (CI), y quien diseñó una guía Redd para Colombia con otras organizaciones como WWF y la Fundación Natura, dijo que esos recursos tendrán que entregarse a las comunidades, para que no necesiten deforestar para sobrevivir.Fuente: El TiempoCada año, son deforestadas 336 mil hectáreas repletas de selva y vegetación nativa en Colombia. Esto equivale a decir que anualmente se destruyen 471 mil canchas de fútbol como la de El Campín.


Es también un área muy parecida a la que abarca el departamento de Atlántico, según lo revela un reciente análisis hecho por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).


Y es que mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sus expertos en cambio climático tratan de diseñar un mecanismo para pagarles a los países en vías de desarrollo por conservar sus bosques, y de esta forma combatir el calentamiento global, en Colombia la tala, en lugar de ceder, sigue tomando impulso.


Entre el 2000 y el 2007, en Colombia arrasaron con 2'356.445 millones de hectáreas de bosques, pérdida que se hizo más evidente en la región Amazónica con 731.000 hectáreas, seguida de la región Andina con 578.000.


Sin embargo, en términos relativos, la región Caribe fue la más afectada, pues allí desapareció el 12 por ciento de su cobertura boscosa en esos años. Otras áreas hot spots, es decir con mayores evidencias de tala, están en el Guaviares y en el Chocó biogeográfico, que incluye sectores del Baudó, Darién, Nariño y Cauca.


También hay puntos críticos en los Montes de María, en las Serranías de San Lucas y del Perijá, en la Sierra Nevada de Santa Marta y el piedemonte Arauca-Casanare.


Este conteo es el primero que se hace en el país, usando imágenes de satélite y a través de una metodología unificada. Y sirve para despejar en parte la controversia numérica que siempre ha existido entre el Gobierno y la academia sobre este tema, ya que mientras el primero dice que la deforestación nacional no es superior a las 150 mil hectáreas, expertos de la Universidad Nacional, como Jesús Orlando Rangel, han dicho que esta llega a las 600 mil hectáreas anuales.


Hay plantas en extinción
"Con esta medición, que haremos año a año, queremos, además de llamar la atención, que el país comience a tener una cifra certera y que podamos usar para comparar el avance de este problema año a año" explicó Ricardo Lozano, director del Ideam.


De todas formas Colombia queda como uno de los 10 países en desarrollo con mayores tasas de deforestación anual según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), superado por Brasil, Indonesia, México, Perú, India, China, Bolivia, Angola y Sudán.


Según esta entidad, la consolidación de la destrucción de selvas y bosques en el país se produce en momentos en que los datos oficiales sobre pérdida de superficie forestal promedio se han reducido en el mundo, pasando de 8,3 millones de hectáreas al año en la década de 1990, a 5,2 millones de hectáreas anuales entre el 2000 y el 2010.


Además, se conocen en momentos en que se hace público un estudio de las universidades de Yale y Columbia, en el que el país, a pesar de sufrir de este 'cáncer' que destruye el hábitat de cientos de especies de flora y fauna, aparece situado en el puesto 10 entre los más limpios y ecológicos del mundo.


La deforestación no sólo tiene en jaque la existencia de al menos 500 especies de plantas, muchas de las cuales pierden más ejemplares de las que se siembran. Según la Fundación Proaves, el 80 por ciento de las 1.885 especies de aves que hay en el territorio está en algún grado de peligro, entre otras cosas, por la destrucción de los árboles, que son su hogar y de los cuales depende su alimentación. Una situación similar viven los monos araña y el tití cabeciblanco, incluidos dentro de los 25 primates más amenazados del mundo y que dependen de la flora para vivir.


Otro combustible de la deforestación es la siembra de cultivos ilícitos por narcos y guerrilleros, que según el Sistema de Integrado de Monitoreo (Simci), de las Naciones Unidas, ha destruido cerca de 150 mil hectáreas de selva y ha extendido las matas de coca por 3.445 hectáreas de parques nacionales.


Comercio ilegal de madera alimenta destrucción de selvas
Uno de los problemas que alimenta las tasas de deforestación es el comercio ilegal de madera. Parques Nacionales como Katíos, Cocuy y Paramillo son asaltados con frecuencia por traficantes que extraen madera para venderla en el interior del país o llevarla a Asia.


Se estima que esta venta ilegal mueve en todo el país al año cerca de 60 millones de dólares. Cálculos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) indican que el 40 por ciento de la madera que produce Colombia proviene de árboles cortados indebidamente.
De ellos, hay 21 especies nativas, como ceibas, cominos, guayacanes y abarcos, en peligro de extinción precisamente por la sobreexplotación.


¿Dinero por cuidar bosques?
Para contrarrestar la pérdida de bosques, el mundo está discutiendo la posibilidad de que los países desarrollados financien la protección de los bosques de los países pobres para enfrentar el cambio climático.


Se estima que la deforestación origina el 20 por ciento del total de los Gases de Efecto Invernadero (GEI). Esta idea se llama 'Reducción evitada de emisiones de GEI por deforestación' (Redd), y busca que aquellos países pobres que disminuyan sus tasas de deforestación reciban dinero como compensación por la función que cumplen sus selvas en la estabilidad climática.


Se intenta que en la Cumbre de Cambio Climático de la ONU en Cancún (México), en diciembre -similar a la de Copenhague del año pasado- se firme un acuerdo que diga cómo se manejarían esos recursos.


"La deforestación es un problema, pero es bueno saber cuánto estamos talando, porque los compromisos de reducción se tendrán que hacer con base en estimados ciertos y no sobre especulaciones", explicó Ricardo Lozano, director del Ideam.


César Ruiz, de Conservación Internacional (CI), y quien diseñó una guía Redd para Colombia con otras organizaciones como WWF y la Fundación Natura, dijo que esos recursos tendrán que entregarse a las comunidades, para que no necesiten deforestar para sobrevivir.

miércoles, 18 de mayo de 2011

CUENCAS,INVIERNO Y GOBIERNO

Cuencas, invierno y gobierno

Por: Juan Pablo Ruiz Soto

Las circunstancias climáticas hicieron que tanto el Ejecutivo como el Legislativo pusieran más atención a los asuntos ambientales. No obstante, los ajustes estructurales que propusimos los ambientalistas no se incluyeron en la medida en que lo esperábamos. Nuestras propuestas partían de la base de que todo el PND debería girar en torno al hecho crítico del cambio climático, con sus consecuencias en términos de planeación, distribución de recursos y programas regionales, y esto no ocurrió en la medida en que pensamos se requiere.

Los problemas causados por el invierno en Bogotá y sus alrededores llevan a considerar con mayor seriedad la relación naturaleza-desarrollo. El hecho de que estos eventos ocurran en el centro económico y administrativo del país, tiene implicaciones importantes en la opinión pública. Ya no sólo son las casas de estratos bajos las que se ven afectadas, sino los lujosos condominios y universidades que se construyeron sobre la ronda natural del río. Esta falta de previsión significa grandes pérdidas. Por ejemplo, en el Valle de Ubaté los jarillones puestos por los finqueros no pudieron resistir el aumento de nivel de la laguna, y sus fincas quedaron bajo el agua. Pero no nos engañemos: lo que ocurre es que el agua de la laguna está recuperando el espacio que desde hace varias décadas le vienen quitando. Este problema es el efecto tardío, pero inevitable, de nuestra pésima administración pública. Esperamos que ahora no se usen los recursos públicos para compensar a quienes han invadido la laguna.

Volviendo al PND, su artículo 215 habla de las competencias de las CAR y de los grandes centros urbanos para la gestión integral del recurso hídrico. Entre sus parágrafos menciona la formulación, ejecución y cofinanciación de programas para la recuperación y conservación del recurso hídrico y de los ecosistemas que intervienen en su regulación. Por otro lado, el artículo 213 trata de la solidaridad en la financiación de los planes de manejo y ordenamiento de las cuencas hidrográficas, y autoriza a las autoridades ambientales competentes y a las distintas entidades territoriales a suscribirse a los convenios para la ejecución de proyectos financiados por fuera de los límites jurisdiccionales. El artículo 210 habla sobre la adquisición de áreas de interés para acueductos municipales, y señala que los departamentos y municipios deben dedicar un porcentaje no inferior al 1% de sus ingresos corrientes para adquirir y mantener dichas zonas, o financiar esquemas de pago por servicios ambientales.

La aplicación de estos artículos del PND significa que Bogotá y la CAR deberán asignar recursos para recuperar la cobertura natural con vegetación de páramo en los nacimientos del río Bogotá y sus afluentes y salvar los pantanos y humedales que actuaban como reguladores hídricos antes de que se convirtieran en zonas de explotación agraria o en urbanizaciones. Los desbordamientos de los ríos en la sabana de Bogotá son efecto asociado a una acción privada y pública irresponsable. Construir jarillones no es la solución, es sólo una medida de emergencia, insuficiente en el largo plazo.

lunes, 16 de mayo de 2011

ECOTURISMO EN COLOMBIA

Ecoturismo en Colombia
El turismo ecológico es un enfoque para las actividades turísticas en el cual se privilegia la preservación y la apreciación del medio (tanto natural como cultural) que acoge a los visitantes. Para mas información leer Ecoturismo.

Nuestro maravilloso País Colombia, por su excelente ubicación geográfica posee gran variedad de climas y ecosistemas, ademas es el segundo País de mayor diversidad biológica en el mundo.

Existen muchos lugares de gran belleza natural en nuestro País como: El eje cafetero, la Guajira, el Amazonas, la Macarena,

Con el ecoturismo que posee Colombia. les mostramos a los turistas todas las bellezas naturales que tenemos, para de esta forma crear conciencia en las personas que debemos proteger estos lugares y defenderlos contra abusos, con el fin de preservarlos, y poder seguir disfrutando de experiencias únicas que nos brinda el contacto directo con la madre naturaleza.

Vamos a realizar un hermoso viaje ecoturístico por Colombia:

Eje Cafetero





El eje cafetero lo comprenden los Departamentos de Quindío, Risaralda y Caldas, es una región adornada con una coloridad arquitectura y prósperas haciendas cafeteras, adecuadas idealmente para que los turistas esten en contacto directo con la naturaleza. Los habitantes de esta zona han desarrollado las mejores técnicas de cultivo, recolección y procesamiento del café mas suave del mundo.

La zona cafetera se pueden practicar deportes para todos los gustos, desde caminatas ecológicas hasta deportes extremos y de aventura.

Parque Nacional del Café







El Parque Nacional del Café, es un parque temático y de atracciones que fue inaugurado en el año 1995, con un extensión de 36 hectáreas, fue creado en homenaje a la cultura caficultora Colombiana.

Es una entidad sin ánimo de lucro destinada a la preservación del patrimonio cultural, histórico y natural del café en Colombia, que promueve actividades culturales, recreativas y ecológicas de la región.

El Parque Nacional del Café cuenta con un teleférico, un espectáculo de orquídeas animatrónicas multicolor, una montaña rusa, el tren del café y una réplica de la Plaza de Bolívar de Armenia, además de otras propuestas, es posible visitar dentro del parque dos zonas de gran interés como lo son el Museo Nacional del Café, donde se realizan actividades culturales y el Sendero Ecológico destinado a promover el ecoturismo en la región.

Realmente el Parque Nacional del Café es un lugar mágico rodeado de espectaculares paisajes y una invitación permanente a la diversión y a conocer más de la historia de la cultura cafetera.

Jardín Botánico del Quindío





¿Has estado en un recinto en forma de mariposa, de 680 m2, entre jardines y caminos de agua y donde vuelan más de 2000 mariposas de 50 especies diferentes? o tal vez ¿Has visitado un zoológico de insectos vivos?, o que tal si ¿Has visto una réplica de una hormiga del Amazonas de más de un metro de largo? o depronto ¿Has recorrido un reducto de bosques naturales con más de 600 especies de plantas y árboles de más de 200 años?

¿Has ascendido a una torre metálica de ocho pisos en medio de un bosque para ver todos los estratos de la vegetación, que es a la vez un espectacular observatorio de aves?, bueno la siguiente si, ¿Has caminado por un laberinto construido como lo hacían los romanos hace 2000 años?, quizas esta, ¿Has cruzado un bosque por un puente colgante de más de 60 metros de largo y más de siete pisos de altura en medio de una vegetación exuberante?

Con un área de 680 metros cuadrados, el mariposario alberga alrededor de 1500 ejemplares de 50 especies de mariposas, las cuales revolotean con sus destellos multicolores en medio de una gran variedad de flores y caminos de agua.



El mariposario constituye, además, un instrumento educativo que enseña los diferentes procesos de estos maravillosos insectos, su papel en la naturaleza y las relaciones biológicas que mantienen con su entorno.



Termales de Santa Rosa de Cabal





En el eje cafetero encontraremos a tan solo 14 kms de Pereira siguiendo la vía que conduce a Manizales, a Santa Rosa de Cabal, un municipio rico en reservas naturales y nacimiento de aguas naturales, minerales y termales, gracias a la influencia del nevado del Ruiz.

Santa Rosa es famosa por sus aguas termales, una especie de sauna al aire libre a cuyas aguas se le atribuyen propiedades milagrosas, además se ofrecen terapias de relajación, piscina de lodo, cámara de vapor, hidroterapia y alojamiento. Entre sus principales termales se destacan los Termales de Santa Rosa.

Los Termales de Santa Rosa de Cabal, tanto el hotel como el balneario están ubicados en medio de una naturaleza única, rodeados de montañas desde donde brotan cascadas de agua termal y agua fría. Se pueden recorrer con guía especializado a través de senderos ecológicos de una belleza inigualable.

Panaca





Es un Parque Temático AGROPECUARIO único en Colombia y en Latinoamérica, para niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, cuya principal filosofía es propiciar la interacitividad del hombre con la naturaleza y la zoología doméstica.

Es una GRAN FINCA, con 8 estaciones y más de 4.500 animales de la zoología doméstica. Espectaculares exhibiciones, donde los visitantes conocerán las principales actividades del sector agropecuario y los maravillosos secretos y tradiciones del campo.

La Guajira

Cabo de la Vela





Situado en el extremo norte de Sudamérica, Colombia y La Guajira. En el se encuentran los asentamientos de la comunidad Wayúu.

El Cabo de La Vela es un lugar desértico, de singular belleza, con una muy baja densidad de población. Se recomienda usar el servicio de guías para conocerlo.

La comunidad indígena realiza conjuntamente con el Gobierno Nacional planes que permitan la práctica del ecoturismo en el Cabo de La Vela, preservando la incomparable belleza natural de su territorio, bañado por el Mar Caribe formado paradisíacas y solitarias playas para el disfrute del turista.

Quien desea permanecer varios días en el Cabo de La Vela tiene la posibilidad de alojarse en hospedajes que ofrecen las familias Wayúu.

Además del atractivo turístico constituido por el recorrido mismo dentro de la región del Cabo de La Vela y por sus playas, se encuentran los siguientes: el Pilón de Azucar, el Cerro Pantú, el Parque Eólico, El Morro y El Faro.

Manuare





El Municipio de Manaure en La Guajira se encuentra a orillas del Mar Caribe, su temperatura promedio es de 30°C.

Manaure es atravesado por el río Limón que desemboca posteriormente en el Mar Caribe

El principal recurso económico de Manaure es la explotación de la sal marina, con una extensión de más de 4000 hectáreas. Las salinas de Manaure son un espectáculo digno de verse.

Manaure cuenta con hermosas playas naturales, de las cuales podemos mencionar las de Musichi y las del Pájaro, con diversidad de flora y fauna, en esta última se pueden apreciar los flamencos rosados.



El Parque Nacional Natural Serranía de Macuira





Está ubicado en la Guajira, presenta un ecosistema muy particular por encontrarse en una zona desértica que contrasta con montañas y bosques. En el parque se encuentran varios nacimientos de aguas y se pueden observar numerosas especies animales y vegetales.

Allí se pueden conocer especies únicas, la fauna por ejemplo, es muy rica y variada, hay micos, tigrillos, el gato pardo, venados, guacharacas, mirlas y azulejos, entre otras especies. El parque Macuira cuenta con 25.000 hectáreas y no ofrece alojamiento para los turistas. Sin embargo, los indígenas Wayu (que históricamente han poblado la región) alquilan hamacas en sus ranchos para los visitantes. Además, en Nazaret hay una casa de información y junto a ésta hay espacio para acampar, con un cupo para 5 a 6 personas.

¿Les ha gustado?Sí, es realmente hermoso nuestro País, pero ¡¡¡Aún queda mucho por conocer!!!

domingo, 15 de mayo de 2011

INUNDACIONES CONTRA INUNDACIONES

Inundaciones contra inundaciones
Por: Armando Montenegro

EL PASADO 2 DE MAYO, EL CUERPO DE Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, autorizado por el Congreso de ese país desde 1928, dinamitó el dique Birds Point sobre el río Mississipi e inundó, a ciencia y conciencia, más de 50.000 hectáreas de sembrados en Missouri.
Se trataba de salvar del desastre a la pequeña población de Cairo, Illinois, con 2.800 habitantes. Y, en los últimos días, a medida que la tragedia avanza hacia el sur, las autoridades han provocado otras inundaciones en zonas escogidas, previamente señaladas en las normas, conocidas por la población y por sus dueños, para reducir la corriente del río.

Para cualquier observador de estas decisiones, consciente del monumental desorden en materia del manejo de aguas en Colombia, surgen varias enseñanzas.

(i) Es necesario permitir que se inunden algunos terrenos escogidos, en forma ordenada y anunciada, en períodos críticos. Las zonas inundables (floodways) deben estar bien definidas, de tal forma que con su inundación oportuna y planeada se logre la reducción del flujo de los ríos en casos de emergencia. La idea de que la única solución es dragar los ríos y construirles diques a lo largo de toda su extensión, es absurda e inoperante. Al respecto, algunos expertos piensan que la desordenada construcción de diques en el Magdalena Medio en los años pasados encañonó el río y contribuyó a la ruptura del Canal del Dique en 2010.

(ii) Si ante la amenaza de una inundación se presenta un conflicto entre una zona agrícola inundable y un pueblo o caserío, en principio debe prevalecer la defensa de la vida y las propiedades de la población (a menos que las viviendas se hayan construido irregularmente en zonas inundables, en cuyo caso deben trasladarse). En nuestro medio, en cambio, la protección de algunas fincas, ampliadas a punta de la invasión de los humedales y las rondas de los ríos, pone en peligro y trae el desastre de las poblaciones, usualmente las más pobres, río abajo.

(iii) En Estados Unidos, las cuencas de los ríos han sido cuidadosamente estudiadas y modeladas; se conocen sus características y se han determinado los floodways que deben contribuir con su inundación a la regulación del río en períodos críticos. En nuestro medio, en cambio, no hay modelos hidráulicos de las cuencas, no se han definido las zonas inundables y, por el contrario, todos los días se invaden las zonas naturales de inundación: los humedales, las lagunas y las rondas de los ríos. Los planes de ordenamiento territorial de los municipios permiten la invasión de zonas bajas y las CAR ignoran estos fenómenos.

(iv) En Estados Unidos, las principales cuencas cuentan con autoridades que, en materia del manejo del agua, tienen competencia, por encima de los alcaldes y gobernadores para tomar decisiones centralizadas que afectan importantes intereses privados, como la que se comentó arriba. En nuestro medio, no existen autoridades únicas sobre la totalidad de las cuencas, algo que contribuye al manejo desordenado y caótico y agrava los desastres por inundaciones.

Deberíamos esperar que del análisis de los problemas generados por las inundaciones recientes surgiera una nueva institucionalidad, capaz de impedir que se repita el caos de los meses pasados. Como dijo un conocido líder colombiano de centro izquierda, sólo los estúpidos no aprenden de la experiencia.

martes, 10 de mayo de 2011

CULTIVO DEL CAFE

1. GENERALIDADES

El vocablo café se deriva del árabe “kahwah” (cauá), llegando a nosotros a través del vocablo turco “kahweh” (cavé), con distintas acepciones, según los idiomas, pero conservando su raíz.

Se trata de un arbusto siempre verde originario de Etiopía. Es sin duda hoy uno de los vegetales más conocidos en el mundo entero. Una versión dice que el cafeto o café fue descubierto casualmente por un pastor al ver que sus cabras, que habían comido el fruto de esta planta, se ponían nerviosas e intranquilas. Otra versión, en cambio, afirma que el café lo descubrieron unos monjes que lo utilizaban para proporcionarse insomnio en sus horas de oración nocturna. Sea como fuere, el caso es que se conocen unas 30 especies de café.

El café, la familiar bebida que se hace hirviendo los granos tostados y molidos de Coffea arabica L. y otras especies de Coffea, ha sido por mucho tiempo una de las bebidas más importantes en el mundo, siendo rivalizado sólo por el té, la cocoa y el mate. Durante el siglo XVII, el café se producía en áreas localizadas en Arabia y los países vecinos. para el consumo en toda la región musulmana. La popularidad de la bebida fue tal que su uso por los mahometanos fue prohibido por algún tiempo. Aunque fue introducido a los mercados europeos del sur por los comerciantes árabes, a fines de la Edad Media, el café no fue ampliamente conocido en Europa sino hasta que las rutas marítimas hacia el Oriente fueron abiertas por los navegantes holandeses e ingleses en el siglo XVII. Gran cantidad de cafés, los cuales en muchos casos estaban destinados a volverse centros renombrados de actividad social, literaria y política, se establecieron en Inglaterra, Holanda y otros lugares del norte de Europa, más o menos hacia 1650 y posteriormente en las colonias americanas.

Arabia y las zonas cercanas permanecieron como las únicas fuentes de abastecimiento para el café hasta 1658, cuando los holandeses introdujeron la C. arabica a Ceilán y, en 1699, a Java. Unos veinte años después de establecerse en Java, los embarques de C. arabica, vía París, a la Martinica y otros países, proporcionaron el núcleo para una gran cantidad del café arábigo ahora bajo cultivo, incluyendo casi todas las plantaciones del Nuevo Mundo.

2. CARACTERES BOTÁNICOS.

El género Coffea, consta de 25 a 40 especies en Asia y África tropicales; pertenece a la tribu Coffeoideae de la familia Rubiaceae. Géneros relacionados con ella y de valor económico u ornamental incluyen la Quina, Ixora, Pavetta y Gardenia, siendo la primera la fuente para la obtención de quinina.

2.1. Floración.

La floración del café arábigo es marcadamente estacional, efectuándose generalmente sólo con la presencia de tiempo húmedo, pero la periodicidad puede ser mucho menos distinta donde las condiciones climáticas son relativamente estables en todo el año. La cantidad de flores producidas y su tamaño dependen de las relaciones de agua prevalecientes. Las condiciones extremadamente húmedas pueden ocasionar la formación de distintas flores estériles de color verdoso, las llamadas "flores-estrella". Las lluvias en la época de la polinización pueden reducir el cuaje de los frutos en forma considerable.
Otras especies de café son mucho menos estacionales en sus períodos de floración y también menos sensibles, a las lluvias que evitan la polinización.

domingo, 8 de mayo de 2011

Sedimentacion de los embalses

Sedimentación de los embalses
Por: Hernán González Rodríguez
Durante 20 años he observado el comportamiento del río Cauca entre La Pintada y Bolombolo en el departamento de Antioquia.


Comienzo por mencionar que alguna vez obtuve un grado de magíster en Georgia Tech, en Economía de Recursos Hídricos, bajo el profesor alemán Karl Kindsvater, uno de los consultores del gobierno de los Estados Unidos en el megaproyecto del río Misisipí, motivo por el cual me atrevo a comentar el calamitoso arrastre de sedimentos por el río Cauca durante esta ola invernal por sus posibles efectos sobre los embalses de Cañafisto e Hidroituango.

La sedimentación de los ríos afecta los embalses, porque las partículas que arrastran bien sea disueltas en el agua, cerca o por el fondo del río, pueden llenar o colmar los embalses con arenas, gravas y limos, hasta dejarlos inservibles en menos de 20 años.

Durante los inviernos de 2008 y 2011, sospecho que el río Cauca ha triplicado su caudal promedio, ha sedimentado su lecho, ha derrumbado las orillas y, cuando no cabe por su cauce, pues se desborda y deja sin vivienda a innumerables compatriotas. Un pozo de agua que quedaba a 300 metros de su orilla, por ejemplo, ya no existe.

El problema de la sedimentación en Colombia está relacionado, desde luego, con los incrementos entre el 300-400% de las lluvias. Pero también se debe a la deforestación inclemente del país. Insisto al respecto, con o sin la participación de las comunidades indígenas y de nuestra miope Corte Constitucional, apremia fomentar la reforestación de nuestras laderas.

Cuando el río Rin en Alemania arrastra unas 500 toneladas de sedimentos promedios por día y el Colorado en los Estados Unidos 1.300.000 toneladas, el Amarillo en la China moviliza 75.000.000 de toneladas por día. Tan solo conozco un excelente estudio elaborado por colombianos sobre la sedimentación, el cual afirma que el Cauca, durante los inviernos normales, le aporta al Magdalena unas 250.000 toneladas diarias en su desembocadura, en tanto que el Magdalena duplica allí al Cauca.

Por esto, sostenía el profesor Kindsvater que: "en los ríos de los países pobres no es posible resolver los múltiples problemas derivados de la sedimentación con soluciones económicamente razonables". Si mal no recuerdo, la Misión Holandesa para el estudio de la navegación por el río Magdalena insinuó algo similar.

No creo que en Colombia exista dinero para tener suficientes dragas como las gigantescas que operan hoy en el Misisipí con el fin de mantener allá un canal navegable de tres metros de profundidad. Ni para construir extensos diques, gigantescos y apartados de las orillas, y no sobre el borde mismo como se acostumbra por acá.

Más complejo aún, autorizados expertos conceptúan que "el cálculo de las toneladas en sedimentos entraña un problema de ingeniería que aún no cuenta con soluciones tan precisas como las que existen para otros temas de la hidráulica, que este cálculo todavía conlleva mucho de apreciación inteligente".

martes, 3 de mayo de 2011

Instituto Humboldt lanza página web del Año Internacional de los Bosques

Instituto Humboldt lanza página web del Año Internacional de los Bosques

En el contexto del Año Internacional de los Bosques, el Instituto Humboldt presenta el sitio web para Colombia http://www.aib2011colombia.com/, una plataforma sencilla para compartir información del uso y manejo sostenible de los bosques de nuestro país.



En esta página encontrará información sobre los eventos que se llevarán a cabo durante todo el año (Agenda Académica), podrá ver y descargar imágenes de los bosques colombianos (Multimedia), consultar datos importantes acerca de los bosques (Cifras), conceptos, significado y uso de palabras claves relacionadas (Palabra del Día) y noticias relativas (Boletines de Prensa), todo esto a propósito del Año Internacional de los Bosques.



Lo invitamos a participar de esta celebración, inscribiéndose en nuestra página para recibir toda la información de los eventos o enviándonos sus propias actividades para Divulgación.



DATOS INTERESANTES EN LA PÁGINA WEB:



La conservación de los bosques es responsabilidad de todos, ya que se trata de un bien público y común, que incluye servicios ambientales de importancia local y regional.



Los bosques proveen servicios ambientales, que benefician directamente a la sociedad y satisfacen las necesidades humanas como salud y alimento. Además son escenarios de Recreación y esparcimiento.



Colombia es por naturaleza un territorio de bosques. El 25% del área de cobertura está Concentrada en tierras de comunidades indígenas y negras principalmente del Chocó- Darién y la cuenca del Amazonas.



Los colombianos contamos con 55 millones de hectáreas cubiertas de bosques naturales, el 49% de la superficie terrestre nacional.



El 1,5% de los bosques del mundo se encuentra en Colombia, que ocupa así el Séptimo lugar con mayor área de cobertura forestal en bosques tropicales.



En Colombia, los bosques albergan aproximadamente el 14% de la biodiversidad del planeta.

domingo, 1 de mayo de 2011

OLA INVERNAL Y FALLAS DE PLANEACION

En el manejo de la emergencia
Ola invernal y fallas de planeacion

POR: Eduardo Sarmiento


Estamos ante un espectáculo lamentable de subdesarrollo. El país ha regresado a la mitad del siglo XX en que carecía de control sobre las aguas y las comunicaciones.


Curiosamente, el Ideam acertó en esta oportunidad. El instituto anticipó la ola invernal del año pasado, aunque fue impreciso en su dimensión, y fue muy explícito en señalar su repetición en el presente año. Sin embargo, las predicciones no estuvieron acompañadas de análisis de escenarios que permitieran adoptar las prevenciones adecuadas y aminorar los daños. La falla estuvo en las oficinas de planeación y análisis que han debido elaborar diversos planes para enfrentar un fenómeno de graves consecuencias.

Muchos de los males se hubieran podido evitar con los más elementales conceptos de ingeniería y sentido común: conservar los humedales y construir las urbaniezaciones en áreas donde escurra el agua; mantener los diques y jarillones en buen estado; dragar los ríos y lagunas; regular las represas para que los desagües se hagan en los momentos de menor precipitación.

El principal obstáculo es la ética. El país está pagando el error teórico de los gobiernos neoliberales de entregar la administración y la construcción de bienes públicos al lucro individual. Como aparece en las descripciones teóricas más elementales, los esfuerzos individuales se orientan a apropiarse de los beneficios y trasladarles los costos a los demás. Adicionalmente, se montó una normatividad permisiva que ha propiciado organizaciones piramidales y alianzas con los burócratas para apropiarse de los recursos públicos.

El resultado ha sido el atraso vial y la acumulación de carreteras en obra, que en épocas invernales adquieren dimensiones críticas en la forma de derrumbes y aislamientos regionales, acentuando el proceso destructivo.

Si esto sucedió en proyectos viales que son totalmente visibles, que otra cosa se podía esperar de las obras de prevención hidráulica, cuya efectividad se verifica después de varios lustros en situaciones extremas. La respuesta está a la vista. Simplemente, cuantiosas sumas destinadas a las obras de conservación de jarillones y dragados no se realizaron. De acuerdo con la denuncia del presidente de Colombia Humanitaria, de las 753 obras aprobadas para mitigar los daños de los aguaceros, sólo 4 están en ejecución.

En general, se observa una gran falta de pericia en los altos funcionarios para enfrentar las emergencias. Las acciones se orientan más a las promesas de restauración y la retórica, que a soluciones concretas, como la coordinación de las corporaciones regionales, los ministerios, las gobernaciones y alcaldías.

Por lo demás, predomina la creencia de que los desastres de la naturaleza son fenómenos raros que se presentan con baja frecuencia. La tendencia es a menospreciar las anticipaciones científicas y a suponer que los fenómenos extraños, una vez suceden, no se vuelven a repetir. En la práctica, no existe la planeación de la prevención y, mucho menos, la conservación ambiental que eviten o aminoren el sufrimiento de los sectores menos favorecidos y las pérdidas humanas.

La experiencia reciente muestra que los fenómenos extremos, como las elevadas precipitaciones, los movimientos telúricos o las variaciones bursátiles y cambiarias, ocurren con probabilidades no muy distintas a los comportamientos regulares. Hoy en día se requiere más anticipación científica y planificación para controlar la naturaleza y las economías. Ojalá que las improvisaciones y la falta de visión que salieron a flote en la tragedia invernal, no se repliquen en otras áreas sensibles de la vida nacional.